La monitorización, pieza clave para el éxito en las empresas
Por este motivo, una de las principales preocupaciones de los Directores de Tecnología es asegurar la disponibilidad, protección y respaldo de sus activos tecnológicos.
En la última década, la irrupción de la virtualización ha supuesto una magnífica oportunidad para las empresas de cara a optar a nuevos mecanismos de disponibilidad para una gran mayoría de sus sistemas y aplicaciones, prescindiendo, en algunos casos, de costosos mecanismos de clustering, y reduciendo las dependencias y problemas de compatibilidad con las aplicaciones. En otros ámbitos tecnológicos (almacenamiento, redes,…), los distintos fabricantes del mercado también han apostado por plataformas cada vez más funcionales, redundadas y protegidas.
A medida que estos entornos tecnológicos son cada vez más complejos y heterogéneos, los sistemas de monitorización se han convertido en una pieza clave para poder supervisarlos de forma unificada y centralizada con un doble objetivo:
- Mejorar los tiempos de detección/respuesta ante incidencias o problemas ya producidos (reactividad)
- Anticiparse a ellos o prevenirlos (proactividad), de manera que el impacto sea mínimo.
Ello es posible si la perspectiva no se ciñe únicamente a abordar la disponibilidad como indicador clave, sino también el rendimiento y la capacidad.
El recorrido de estos sistemas de monitorización ha evolucionado desde el mundo de las infraestructuras al de las aplicaciones, para ofrecer una visión final centrada en los servicios que las organizaciones prestan (tanto de forma endógena como exógena) como una extensión directa del negocio. Sin embargo, para que estos sistemas sean verdaderamente útiles, las organizaciones deben invertir recursos y tiempo en una doble vía:
- Desde el área de sistemas, para administrar y mantener actualizados estos sistemas (consolas, monitores, sondas…).
- Desde el área de operaciones, para revisar y correlacionar todas las alarmas y eventos generados.
La realidad es que este esfuerzo y dedicación puede ser un obstáculo insalvable para muchas compañías (especialmente del tejido empresarial español, compuesto – fundamentalmente – por PYMES), debido a la escasez de recursos y medios. Y es aquí, precisamente, donde se abre un espacio muy interesante para aquellos proveedores de servicios que sean capaces de alinearse con sus clientes y de articular una oferta de monitorización en formato 24×7 muy flexible, atractiva, y a un precio muy competitivo. Si esta oferta incluye un servicio adicional de soporte de forma modular, la simbiosis puede ser perfecta.
Fuente: Óscar Ortega, IT Director en Anadat Consulting